Palabras del rector
La responsabilidad en el colegio y en la casa – 01.01.19
Un saludo especial para todos. Este año nos hemos propuesto trabajar de forma explícita la responsabilidad en la comunidad. Quiero aprovechar este espacio para compartir con ustedes algunas ideas de cómo podemos trabajar la responsabilidad desde diferentes frentes.
Cuando pensamos en un ejemplo de responsabilidad en el colegio, quizás lo primero que viene a la mente es el estudiante que cumple con sus tareas. Si bien eso es una muestra de responsabilidad, hay muchas otras acciones que evidencian este valor: empecemos por el concepto básico de que cada estudiante tiene la responsabilidad de mantenerse bien física y mentalmente. Esto incluye lograr un buen balance entre las diferentes partes de su vida, como dormir suficientes horas, hacer deporte, pasar tiempo en familia, alimentarse bien, estudiar y tener opciones para divertirse. Para lograrlo apropiadamente, los jóvenes necesitan de nuestro acompañamiento y de nuestra guía, de modo que en el futuro, a medida que van creciendo, puedan interiorizar lo aprendido y tomar sus decisiones individualmente. En este balance entre los diversos elementos y dimensiones de la vida se construyen individuos responsables y ciudadanos integrales.
Asimismo, en el colegio trabajamos cotidianamente para que los estudiantes sean responsables en su presentación y con sus objetos personales. En este punto hemos hecho unos avances importantes en el cumplimiento del uniforme y seguiremos ocupándonos del tema para que las decisiones de cada joven se tomen con responsabilidad. Igualmente, los estudiantes pueden mostrar responsabilidad en la puntualidad: la llegada a tiempo a clases y a reuniones hace evidente el compromiso y permite sacarle el mayor provecho al tiempo disponible, a la vez que es una muestra de respeto con las personas.
A los más pequeños podemos pedirles que lleven los platos a la cocina después de la comida, que organicen su cuarto y que ayuden con el cuidado de las mascotas
Para reforzar este trabajo en responsabilidad, desde la casa, podemos asignar tareas sencillas a nuestros hijos de acuerdo con su edad. A los más pequeños podemos pedirles que lleven los platos a la cocina después de la comida, que organicen su cuarto o que ayuden con el cuidado de las mascotas. Más grandes, las responsabilidades pueden incluir ayudar en tareas de la casa o con otras personas. Los invitamos a leer el artículo sobre responsabilidad que sale en “Los padres hacen la diferencia” y también la “Guía para fomentar la autonomía y la responsabilidad”.
Por medio de estas simples estrategias, los niños van tomando conciencia de la importancia de sus acciones, así como de los efectos y consecuencias que estas tienen. Así, se van dando cuenta de que son parte de la comunidad y de que sus aportes son valiosos y fundamentales, lo que a la larga les va a permitir responder por sus actos y ampliar sus espacios de libertad.
Camilo Camargo