Hablemos de consecuencias
El fin de las consecuencias en la crianza de los niños y niñas es que ellos se motiven para hacer las cosas de manera diferente. El trabajo como padres es ayudarlos a tener éxito en el proceso; la pregunta sería, ¿cómo dar este soporte? Si el niño o la niña tiene un comportamiento no deseado, el adulto puede proporcionar las herramientas para que este logre hacer un cambio positivo en su conducta. ¿Se ha preguntado cómo ve el comportamiento de su hijo cuando este no es el esperado?
- Amenazante: de ser así, va a querer que su hijo pague por lo que hizo.
- Irritante: siente la necesidad de detener ese comportamiento de manera inmediata.
- Oportunidad: va a querer enseñarle la habilidad que aún no incorpora dentro de su patrón de comportamiento.
Si ya se respondió a sí mismo cómo lo hace sentir el comportamiento de su hijo, no puede dejar de lado que es lógico que en momentos donde los niños no tienen la conducta deseada, cuesta desde nuestro rol de adultos parar y pensar “ok, ¡éste es el momento para enseñarle algo nuevo!”. Por el contrario, como adultos, con nuestra historia personal, es probable que lleguemos a sentirnos sin recursos y terminemos actuando de manera automática diciendo cosas como “¡paras ya! Apagas el televisor ya y no hay opción de salir a comer helado”.
Para lograr acompañar a sus hijos en la regulación del comportamiento, deben tener presente que este tipo de comportamientos se presenta no por falta de respeto ni mala intención del niño o niña, sino por la falta de habilidades asociadas a gestión emocional y lectura de contexto. Vale la pena preguntarse: ¿Cómo ayudarlo? ¿Qué necesita entender?
Por lo tanto, surge la necesidad de brindar el apoyo adecuado y de responder con consecuencias educativas. En este contexto, es importante distinguir entre dos tipos de consecuencias en la crianza: las naturales y las lógicas.
- Naturales: En este tipo de consecuencias la función de las familias es acompañarlos a entenderlas. Quedarse a su lado callados, permitir que transiten por la frustración, darles la oportunidad de experimentar la vida como es, puesto que estas consecuencias tienen como fin enseñar cómo funciona la vida.